Equinoterapia en la CNN

A finales del 2012, la edición digital de la cadena de noticias CNN se hizo eco del auge que la equinoterapia (o terapia asistida por caballos) está teniendo en ámbitos tan dispares como adicciones, violencia de pareja y otros tantos. Además, el título del reportaje confrontaba directamente una de las cuestiones que todas las personas interesadas en las TAA deberían hacerse: ¿es la equinoterapia más efectiva que la terapia psicólogica tradicional? En esta entrada, vamos a comentar algunos pros y contras del artículo en cuestión.

Fortalezas del artículo

El texto recopila datos acerca del trabajo de Mike Delaney en Gran Bretaña e incluye algunas estadísticas interesantes (como que más de 1.500 profesionales obtuvieron certificación de la EAGALA para ejercer como terapeutas).

Pero, sobre todo, el artículo presenta la equinoterapia como una alternativa terapéutica válida y en auge. Teniendo en cuenta la difusión con la que cuenta la CNN, este texto puede ser de mucha utilidad para dar visibilidad a las TAA entre el público general.

Limitaciones

Pero, incluso partiendo de la base de que una mención a las TAA en un medio generalista es siempre positiva (sobre todo teniendo en cuenta que el texto elogia los potenciales beneficios de la equinoterapia), hay algunos detalles e inexactitudes que nos parece necesario destacar.

En primer lugar, los beneficios de la TAA se ilustran mediante anécdotas, y no en referencia a experiencias empíricas contrastables. El artículo hace referencia a un estudio reciente llevado a cabo por el Delaney, pero no ofrece ninguna fuente a la que acudir para poder profundizar; e igualmente, son nombrados algunos casos particulares (como el de Ann, esposa de Mitt Romney), pero no se hace referencia alguna a programas de intervención que se estén llevando a cabo en la actualidad.

En otro orden de cosas, la periodista mezcla conceptos muy dispares, ya que introduce un artículo de terapia asistida haciendo referencia a actividades (por ejemplo, el cuidado de peces de acuario); también habla de las TAA como «terapias alternativas», etiqueta que no resulta adecuada en ningún caso. Ambos son aspectos bastante técnicos que quizás no resulten de mucho interés para el público general, pero que en este blog deben ser puestos en relieve.

También llama la atención que se presenten como compatibles dos ideas que pueden ser contrapuestas. Por una parte, se presenta la equinoterapia como alternativa válida para el tratamiento de ciertos cuadros patológicos, pero luego hace referencia a un «devoto séquito de psicoanalistas», dando la impresión de que el uso de animales corresponde más a una cuestión de preferencia personal (devoción) que a razones técnicas. Esta cuestión sí puede resultar contraproducente para la imagen de las TAA.

Pero, sin lugar a dudas, la mayor limitación del artículo reside en que no responde la pregunta que plantea en su título. ¿Puede la equinoterapia ofrecer mejores resultados que otras formas de terapia? La autora hace referencia de manera muy breve al sobrecoste que supone contar con un animal y un cuidador o adiestrador, además de con el terapeuta, pero no ofrece pistas (ni fuentes consultables) que permitan determinar si este tipo de intervención es o no eficiente.

Dado que Delaney comenta que su organización ya ha sido aceptada dentro de la Asociación Británica para la Orientación y la Psicoterapia, es de suponer que ésta cumple con los mismos requisitos que otras organizaciones más populares. ¿Por qué no ofrecer algo de información al respecto?

Conclusiones

Sin lugar a dudas, que las TAA aparezcan en un medio tan importante a nivel mundial como la CNN es una gran noticia. Sin embargo, una mala información puede llegar a suponer un lastre, y cuando hablamos de salud, esto es especialmente peligroso.

El artículo resulta muy accesible para un público no especializado, pero se echan en falta referencias (y enlaces) que permitan aprender más acerca de la materia. Igualmente, se ancla demasiado en anécdotas particulares, en lugar de hacer mención a programas, protocolos, o centros en los que se lleva a cabo este tipo de intervención. Se pasa cerca, pero no se explota esta línea argumental. Y esto sí parece recomendable para futuros artículos, de cara a seguir fortaleciendo la imagen de las TAA entre el público general.