Hoy volvemos con la segunda tanda de dudas y respuestas acerca de la entrada del pasado 22 de septiembre. En esta ocasión, hacemos algunas aclaraciones sobre el concepto de terapia, partiendo de comentarios y observaciones que algunos de vosotros nos habéis enviado.
Concepto de Terapia
¿Es la Terapia Asistida un tipo de terapia en sí misma?
Planteamos aquí una reflexión surgida (de manera un poco tangencial, la verdad) a raíz del comentario de nuestro amigo David. ¿Podemos considerar que las terapias asistidas conforman una rama terapéutica propia?
De manera coherente con lo dicho anteriormente, no podemos considerar que las TAA sean una forma diferenciada de terapia. La inclusión de manera reglada de animales en la terapia supone un recurso de tipo técnico (y estratégico, si se prefiere), pero no es cualitativamente diferente a otras formas de intervención. La profundidad del trabajo que se hace con el animal en la intervención puede ser muy superior al realizado sólo con el terapeuta, pero la terapia en sí no deja de ser la misma. Potencia, pero no sustituye.
Terapia y diversión, ¿están unidos?
Buscando en internet, es muy sencillo localizar textos en los que personas que dicen ejercer como terapeutas asistidos resaltan la bondad, la felicidad, las buenas sensaciones, la emoción positiva… y si se prefiere un coloquialismo, el «buen rollo» que rodea a las TAA. Además, las referencias en medios de comunicación a las TAA tienden a resaltar este mismo aspecto. Amelia también lo reflejó en su último comentario (al hablar del uso de cachorros no para trabajar, sino por lo agradables y bonitos que resultan). Así, pues, la pregunta obligada es: ¿tienen tanto que ver la terapia y el sentirse bien?
En realidad, que el paciente se encuentre a gusto facilita el trabajo, puede mejorar la adherencia al tratamiento, etc., de modo que es un factor a tener en cuenta, pero la terapia no tiene demasiado que ver con la diversión. Conseguir el cambio puede ser muy duro: las sesiones de rehabilitación de un accidente duelen, la terapia psicológica puede incluir la confrontación de emociones negativas… ¡Y qué decir de la cirugía!
El objetivo de la terapia es cambiar algo para mejor (y que el cambio se mantenga), pero eso no siempre coincide con la diversión. Siempre hay que buscar crear el mejor ambiente posible, pero este no es nuestro objetivo último; por ejemplo, si un paciente se dedica a jugar con el perro y deja de realizar el trabajo, tenemos un choque entre ambas cuestiones, y eso nos va a exigir una maniobra estratégica.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que los efectos positivos de la terapia no dependen de la diversión ni del mero contacto con el perro. El contacto con mascotas puede reportar muchos beneficios a las personas, pero estos no tienen nada que ver con la terapia.
Insistir en que las TAA siempre son agradables es convertirlas en una especie de diversión, y eso juega en contra de su instauración como alternativa terapéutica. Pasar de ser conocidos como «los de los perritos» (denominación frecuente, por desgracia) a ser conocidos como «terapeutas asistidos» exige que los propios profesionales tengan esto en perspectiva.
Efectos terapéuticos, como sinónimo de beneficiosos
Planteaba también David que, incluso sin necesidad de hacer terapia reglada, una persona puede recibir muchos beneficios (más o menos objetivables) de las Actividades Asistidas por Animales (AAA). A estos beneficios podríamos denominarlos «efectos terapéuticos«, aunque se den fuera del contexto de la terapia.
Como bien resalta David, se puede conseguir un efecto muy positivo con actividades asistidas. La TAP no compite con las AAA, sino que ambas pueden complementarse. Las personas que sufren un estrés prolongado pueden acudir a un psiquiatra en busca de medicación, o a un psicólogo para cambiar su manera de afrontar estas fuentes de tensión (terapia); pero también pueden salir un fin de semana al campo o recuperar fuerzas en un balneario (actividad). No todos los problemas necesitan de terapia, y muchos de ellos pueden mejorar o remitir mediante un programa de actividades correctamente establecido (no al azar, desde luego). Cuidando no caer en confusiones, no hay razón para anteponer una a otra.
¿Qué opciones existen dentro de las Actividades Asistidas por Animales?
Aunque fuera del concepto de terapia, hemos querido subrayar esta pregunta. Decía David que existe una cierta confusión con el término AAA, y tiene razón. Tener una misma etiqueta para sacar al pasear al perro eventualmente y para un programa de diez sesiones con un formato preestablecido no tiene demasiado sentido, pero de momento cuesta encontrar un sistema de clasificación que sea compartido por los profesionales que trabajan en este ámbito.
Quizás este punto quede claro con un ejemplo ajeno a las AAA. Pensemos en una actividad dirigidas a niños en edad escolar: jugar al fútbol. Esta actividad puede llevarse a cabo de manera informal, dejando que los niños se organicen de manera autónoma, o bien podemos optar por establecer una estructura, con un entrenador, un programa de entrenamientos, y unos partidos organizados. En ambos casos, los niños pueden sacar beneficios, pero es fácil acordar que establecer un programa específico facilitará el desarrollo de las cualidades implicadas (trabajo en equipo, disciplina, técnica, etc.)
Igualmente, debemos aspirar a separar las AAA que carecen de una correcta estructuración de aquellas que cuentan con objetivos, evaluación, y técnicas planificados, y sustentados en una formación sólida por parte de quien los diseña.
El desarrollo de este área es de máximo interés para el futuro.
Y finalizando…
Esperamos que hayáis encontrado estas ideas de interés. Pero, por supuesto, queda mucho que decir al respecto de todas estas cuestiones.
Como siempre, estamos a vuestra disposición para mejorar, ampliar o discutir cualquier cuestión referente a las TAA (especialmente, TAP). De momento, tenemos que decir que estamos gratamente sorprendidos por la cantidad (y profundidad) de los comentarios y correos que recibimos. Esperamos seguir contando con vuestras aportaciones, y animamos a quienes no han participado todavía a que compartan con nosotros sus inquietudes; entre todos, el trabajo siempre es mejor.
Muchas gracias por vuestra colaboración, y ¡hasta la próxima!