Terminamos el 2014 con un nuevo artículo publicado
Estrenamos este 2015 con una entrada dedicada a comentar un artículo de revista que ha aparecido publicado el último día de 2014, y que se titula «Intervenciones asistidas por animales y calidad de vida: expectativas en estudiantes universitarios españoles». Está disponible gratuitamente en la web de la revista Escritos de Psicología, editada por la Universidad de Málaga (enlazamos el original al final de este post) y que ha sido calificada como «Excelente» por la FECYT este último año, por lo que estamos doblemente contentos.
Objetivos del artículo
En este artículo exploramos las expectativas de casi 500 estudiantes universitarios, de grado y postgrado, ambos sexos y provenientes de tres Universidades distintas acerca del impacto que las IAA pueden tener sobre la calidad de vida en distintos colectivos. Adicionalmente, recogemos información sobre la intención de participar en IAA y de la formación que los participantes tuvieron en el ámbito.
Gracias a la colaboración de muchos compañeros y compañeras y de las personas que accedieron a participar (ver el apartado de agradecimientos), conseguimos información de alumnado proveniente del ámbito de Ciencias de la Salud (Enfermería y Psicología) y de las Ciencias Sociales (Educación, Trabajo Social), además de un grupo compuesto por estudiantes de disciplinas en las que las IAA no tienen aplicación tradicional (como Sociología y Politología). Con esto, pretendíamos dar mayor profundidad al análisis de la representación que distintas profesiones hacen de las IAA, algo que no se ha controlado en otros estudios presentes en la literatura.
Principales resultados
En primer lugar, cabe destacar que el artículo presenta datos psicométricos sobre un nuevo instrumento, de elaboración propia, denominado Mejora de la Calidad de Vida (MCV). Este instrumento parte del marco teórico propuesto por Shalock y Verdugo en 2002, y ofrece información sobre cuatro grupo de indicadores: salud y bienestar, autonomía y adaptación, clima de centro e interacción social. En este estudio se ha utilizado para cuantificar las expectativas (antes de la intervención), pero no hay impedimento para usarlo para valorar los cambios observados tras una IAA, por lo que confiamos en seguir desarrollándolo.
Por otra parte, pueden enumerarse algunos hallazgos clave:
- Altas expectativas sobre las IAA… con total independencia de la rama de conocimiento: estos resultados pueden parecer positivos, pero son un «regalo envenenado». Si lo pensamos con detenimiento, llama la atención que un estudiante de enfermería o de magisterio esperen lo mismo que uno de politología sobre las bondades de las IAA. Parece que la formación técnica no juega un papel en estas expectativas, lo cual puede estar apuntando (es una hipótesis) a que éstas se derivan de otras variables no relacionadas con tu profesión (como el contexto cultural o las preferencias personales). Y eso ya no parece tan positivo.
- Alta intención de uso de las IAA… pero sin formación que la justifique: En armonía con el punto anterior, más de un 80% de los participantes comentan estar interesados en llevar a cabo IAA dentro de su profesión, lo cual parece extremadamente positivo (que cada cual piense qué grado de consenso se alcanza en su disciplina sobre distintas formas de afrontar un mismo problema…) Sin embargo, cuando preguntamos si se dispone de algún tipo de formación en el ámbito (la que sea, sin exigencia alguna), descubrimos que menos del 15% de participantes responde afirmativamente. Combinando ambas preguntas, encontramos que más del 70% de las personas que han participado (y que eran estudiantes en formación, no lo olvidemos) desearía llevar a cabo una IAA en su puesto de trabajo, a pesar de no tener ninguna formación al respecto.
Discutiendo los resultados: entre lo positivo y lo negativo
Aunque el estudio cuenta con diversas limitaciones (¡como todos! -pueden consultarse en el texto completo), posiblemente estos hallazgos coincidan con lo que muchos profesionales de las IAA perciben en su práctica cotidiana: que mucha gente se muestra abierta a desarrollar estas intervenciones, aunque no sepan exactamente de qué les están hablando.
Si lo tomamos como algo fuera de contexto, esta situación podría parecer banal, pero en absoluto lo es. La gente espera mucho (en general) de las IAA, pero posiblemente esto esté más relacionado con el gusto por los animales que con el conocimiento de las capacidades y limitaciones de las IAA (que vienen respaldadas empíricamente por un corpus de conocimiento creciente). Y esto facilita la confusión entre ejercicio profesional y pseudo-profesional, siendo un riesgo potencial para la salud de las personas que reciben las intervenciones y para el desarrollo de las IAA como intervenciones complementarias.
También debe explorarse esta posibilidad en la dirección contraria: si no me gustan los animales, ¿prescindo de las IAA, con independencia de la efectividad y eficiencia demostrada para determinado perfil de necesidad? Definitivamente, la difusión de qué son y qué puede esperarse de las IAA aparece como una prioridad para su buen desarrollo en nuestro país.
Este artículo proporciona una primera evaluación de las expectativas hacia las IAA en España (y, hasta donde sabemos, en español), pero queda mucho por hacer. Esperamos poder ofrecer más datos dentro de poco, ya que una correcta evaluación de la situación actual debe ayudar a promover cambios más efectivos que ayuden a normalizar el uso de intervenciones asistidas en los ámbitos en que puede ser de utilidad.