Hoy traemos una novedad interesante, aunque centrada en uno de los aspectos menos positivos de la labor de protección animal: la despedida de los animales que terminan su itinerario en este mundo.
Como sabéis, desde 2021 se desarrolla un proyecto de investigación (financiado por la Junta de Andalucía) que se centra en analizar las necesidades de las personas que se encargan de sacar adelante la labor de protección animal. Aunque la experiencia suele asociarse con una alta satisfacción personal, no podemos dejar de señalar que también tiene su coste emocional, que por lo general queda desatendido por parte de la Administración. Es en ese contexto en el que nos decidimos a poner en marcha el estudio.
Los principales resultados fueron (puedes consultar un resumen más exhaustivo aquí):
- La mayor parte de los colaboradores de las entidades protectoras han experimentado la muerte de algún animal durante su labor.
- En la muestra, dos de cada tres participantes mostraron signos de duelo intenso, bien fuera mediante la tristeza, la culpa, la ira o una combinación de factores.
- Además, esta experiencia se asoció a una menor salud percibida.
- Las reacciones fueron más intensas entre mujeres y cuando la antropomorfización, apego a los animales y empatía fueron altas.